Carnaval ya ha terminado, y ahora… ¿qué hacemos con el disfraz?
¡Muy fácil!
Un rincón de disfraces
La mayoría de las escuelas que trabajan por proyectos han optado por incluir el rincón de disfraces en clase. ¿Por qué?
Porque con el disfraz, los niños dejan de ser ellos mismos para convertirse en un personaje diferente. Es lo que se conoce como “juego de roles”.
Con el simple hecho de disfrazarse, experimentan y desarrollan nuevas habilidades que les permitirán conocer otros puntos de vista diferentes al suyo.
La empatía es una de estas habilidades.
Cuando un niño se disfraza, juega a conocer otras maneras de sentir, pensar y actuar.
Asimismo, con el juego de rol los niños aprenden a gestionar diferentes situaciones que se podrían encontrar en su vida, a resolver conflictos, a tomar decisiones y a afrontar miedos.
Recuerdo un día en que Juan (un alumno de la escuela donde trabajaba) se disfrazó de cocinero, e iba corriendo de un lado a otro. Le pregunté a qué estaba jugando y me explicaba sin parar de correr que se le quemaba la sopa y tenía que arreglarlo para que sus clientes no se quedaran sin comer.
En el rincón también estaba María, una niña encantadora y responsable. Su mayor miedo: La oscuridad. Y ¿sabéis qué? Se puso una sábana en la cabeza simulando ser un fantasma.
Cómo veis en los ejemplos, estos niños no sólo estaban jugando, sino que estaban aprendiendo a asumir su realidad a través del juego. Representaban acciones, pero también sentimientos y los afrontaban de forma libre y por iniciativa propia.
¿Os habéis encontrado con situaciones parecidas alguna vez? Estoy segura de que sí. A través de los juegos de roles, los niños representan la realidad “disfrazada”, una realidad que nadie les juzgará, una realidad de experimentación.
Además de todo ello (que no es poco), el rincón de disfraces permite dejar volar la imaginación y creatividad.
¿Verdad que es genial?
Y quizás os estéis preguntando cómo hacer vuestro propio rincón de disfraces. Pues bien, aquí van algunos consejos:
1 Menos, es más
No le compres el disfraz más caro, más realista y con más detalles. Deja que esa capa de mago se convierta en un fantasma y para el próximo día en la cubierta de la cueva. No es necesario sobre estimular a los niños con lo último en disfraces. Ellos tienen una creatividad impresionante, por eso, cuanto más simple sea el disfraz, más versátil se convertirá.
2 Incluye variedad
Intenta que en el rincón de disfraces haya sábanas, pañuelos de colores, cintas, además de los disfraces comunes. Como te comentaba antes, la fantasía de los niños no deja de sorprendernos, así que es importante ofrecerles oportunidades para poder desarrollarla
3. Disfraces no esteriotipados
En un post anterior, te proponía 4 consejos para escoger un disfraz respetuoso para carnaval. Uno de esos tips era que evitases los estereotipos. No caigas en la tentación de niña princesa y niño super-héroe. Hay muchísimas más opciones que permitirán a tu hij@ experimentar otros roles.
4 El rincón a su alcance
Es importante que los niños puedan acceder a los disfraces libremente. Puedes utilizar un baúl o una caja de madera. Aunque yo te recomiendo, que si tienes espacio utilices unas perchas a su altura. Cuanto más visible y accesible sea, más podrá experimentar y jugar con los disfraces.
5 Permítele observarse
Incluir un espejo en el rincón de disfraces le permitirá observarse desde otra perspectiva, desarrollar la capacidad de representación, perfeccionar movimientos, etc.
Por último, te enlazo el post de Estoreta donde podrás encontrar un rincón de disfraces precioso, variado y adaptado a las características de su hija Valentina.